Julia Carpenter, una mujer de 40 años de Oregón, viajó a Tijuana en busca de una cirugía bariátrica asequible. Sin embargo, lo que prometía ser una solución a sus problemas de salud se convirtió en una pesadilla médica que la dejó con secuelas permanentes y sin respuestas claras.
InfoMiTijuana.MX .- En febrero de 2024, Julia Carpenter, una manicurista de 40 años residente en Oregón, decidió someterse a una cirugía bariátrica en la clínica Beauty and Light Medical Solutions en Tijuana. Motivada por la reciente pérdida de su madre debido a complicaciones relacionadas con el sobrepeso, Julia buscaba prevenir un destino similar.
El procedimiento, que debía ser un bypass gástrico, resultó ser una anastomosis ileal duodenal, una técnica diferente a la acordada y realizada sin su consentimiento informado. A su regreso a Estados Unidos, Julia comenzó a experimentar graves complicaciones, incluyendo una obstrucción intestinal severa que requirió tres cirugías adicionales.
La situación se agravó cuando se descubrió que el médico responsable, Mauricio Gutiérrez García, tenía su certificado vencido y desapareció tras la operación. Además, la clínica ya no opera en su ubicación registrada, y las autoridades mexicanas aún no han logrado localizar al personal involucrado.
Este caso pone en evidencia los riesgos del turismo médico no regulado en Tijuana, una ciudad que, según la Asociación de Turismo de Salud en Baja California, espera un crecimiento del 27% en esta industria en los próximos cinco años. Sin embargo, la falta de regulación y supervisión adecuada puede poner en peligro la vida de los pacientes.
Casos como el de Julia no deberían repetirse. Infórmate y comparte.
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