El pez abisal que sorprendió a expertos y curiosos hace unos días ha fallecido. Biólogos que lo estudiaban notaron signos de cansancio o enfermedad antes de su deceso y ahora se encuentran analizándolo en detalle para comprender mejor su estado y las posibles causas de su muerte.
Este inusual hallazgo sigue siendo de gran interés para la comunidad científica ya que los peces abisales habitan en las profundidades del océano, entre los 2,000 y 6,000 metros bajo el nivel del mar, en un entorno de oscuridad extrema y alta presión.















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