Un escenario hipotético sacude a expertos: la lucha entre el cuerpo, la memoria y la identidad en pacientes trans con demencia avanzada.

Tijuana, B.C.— Imagina despertar cada mañana sin reconocer tu propio reflejo. Tus manos, tu torso, tus rasgos… todo parece ajeno, inexplicable. Este podría ser el desgarrador reality de una persona transgénero que, tras años de afirmar su identidad mediante cirugías, enfrenta un diagnóstico de Alzheimer y comienza a olvidar su transición. Un escenario hipotético que expertos califican como una «tormenta perfecta» entre la mente, el cuerpo y la memoria.

La Confusión Entre el Pasado y el Presente

El Alzheimer, una enfermedad que afecta a más de 900,000 personas en México según estimaciones, no solo borra recuerdos, sino que desdibuja la autopercepción. Para una persona transgénero operada, el deterioro cognitivo podría generar un conflicto único: ¿Cómo procesar un cuerpo modificado cuando la memoria ya no explica por qué existe esa transformación?

«En fases avanzadas, el paciente podría revivir episodios de disforia de género, similar a lo que experimentó antes de su transición, pero sin entender el contexto actual», explica un especialista en neurología que prefiere mantener el anonimato. «Es como si el tiempo se fracturara: su mente regresa a una identidad que ya no coincide con su realidad física».

El Vacío en los Protocolos Médicos

Aunque no hay casos documentados públicamente en la región, colectivos LGBTQ+ y profesionales de la salud mental advierten sobre la falta de guías para atender esta intersección. «Los sistemas de salud suelen tratar la demencia desde una perspectiva binaria y cisgénero», señala un activista local. «Si un paciente trans olvida quién es, pero su cuerpo cuenta otra historia, ¿quién defiende su identidad?».

Sin historiales médicos detallados que incluyan su proceso de transición o cuidadores capacitados en diversidad de género, el riesgo de trauma emocional se multiplica. «Podríamos ver situaciones donde el paciente se siente atrapado en un cuerpo que no reconoce, mientras los familiares, quizá no aceptantes, reviven viejos conflictos», agrega una psicóloga clínica con experiencia en gerontología.

¿La Identidad Sobrevive a la Memoria?

El debate no es solo médico, sino filosófico. Si una persona olvida su transición, ¿deja de ser trans? Para teóricos de la identidad, la respuesta es no: la esencia de género trasciende la memoria. Pero en la práctica, sin un entorno que valide su historia, el paciente podría enfrentar una soledad extrema.

Algunos expertos proponen soluciones:

  • Historias clínicas narrativas: Documentar no solo procedimientos médicos, sino testimonios del paciente sobre su identidad.
  • Terapias sensoriales: Usar fotografías, grabaciones o objetos personales para reconectar al paciente con su trayectoria.
  • Cuidadores especializados: Personal entrenado en diversidad para evitar microagresiones durante el cuidado diario.

Un Llamado a la Reflexión (y a las Vistas)

Este hipotético caso abre una ventana a un problema invisible, pero potencialmente devastador para comunidades vulnerables. ¿Está la sociedad preparada para proteger la identidad de alguien que ni siquiera recuerda quién es? La pregunta, tan incómoda como fascinante, no tiene respuestas simples… pero seguro genera clicks.

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