Tijuana, una ciudad conocida por su vibrante vida nocturna y su rica historia, guarda en sus archivos un suceso que empañó la alegría de la Navidad de 1951. En el edificio conocido como «El Coliseo», ubicado en el corazón de la ciudad, se organizó una posada navideña para niños de escasos recursos.

El 22 de diciembre de 1951, el salón social del edificio «El Coliseo» se convirtió en el escenario de una tragedia que conmocionó a la ciudad de Tijuana. Una posada navideña organizada para niños de escasos recursos se vio interrumpida por una violenta pelea que dejó un saldo de víctimas mortales.

Este lamentable suceso, ocurrido en un momento en el que la ciudad se encontraba en pleno crecimiento y desarrollo, puso de manifiesto la importancia de contar con espacios seguros y bien organizados para llevar a cabo eventos masivos. La Posada Navideña del Coliseo es un recordatorio de la fragilidad de la vida y de la necesidad de prevenir la violencia en todas sus formas.
Lo que comenzó como una celebración llena de esperanza y buenos deseos, terminó en tragedia cuando una disputa entre asistentes degeneró en una violenta pelea que dejó un saldo de heridos y fallecidos. Este lamentable acontecimiento marcó un antes y un después en la historia de Tijuana, recordándonos la importancia de la paz y la armonía, incluso en los momentos más festivos.
No se sabe certeramente qué pasó, salvo los varios testimonios que indican que cerca de las 11 de la noche, unas personas “ebrias” empezaron a pelear cerca del árbol de navidad, unos dicen que se cayó, otros que solo se apagó. Pero también que de ese lugar empezó a oler quemado.
Durante las siguientes horas, el fuego y el humo crecieron, la gente huía pero la salida de emergencia se encontraba cerrada con candado. La única vía era la estrecha entrada y bajar cuatro pisos a la calle. Otros decidieron ir por las ventanas, bajando por los letreros.
Lamentablemente muchas personas perdieron la vida en ese lugar…



















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